miércoles, 7 de noviembre de 2012

Algún lugar sobre el arcoiris

17 y 18 de octubre

Más de una semana de vacaciones en la que vamos a ir a España, a ver a la familia y resolver por fin la venta de la casa. Y ya que tenemos que cruzar los Pirineos, pues haremos una escala.

Empezamos yendo a Luchon. Subimos a Superbagnères. El Aneto al fondo, los caballos pastando tranquilamente. La imagen parece apacible ¿verdad? Pues cuando salí a hacer la foto, casi se me lleva el viento.


El Ceciré al fondo, las vacas rumiando tranquilamente en frente, el viento por todas partes.



Superbagnères, además de ser otra etapa mítica del tour es una pista de esquí que, como todas fuera de temporada, está desoladoramente desierta, Hay un gran hotel, terminado en 1922, que está ahí, como un gran barco. En sus tiempos de esplendor una orquesta amenizaba a sus acomodados huéspedes. El hotel se hundió varias veces (económicamente hablando), pero sin la orquesta. Ahora sigue ahí, en pie, reconvertido en "village soleil" y cerrado fuera de "temporada"


En lo alto de esa terracita, de acceso libre, hay una mesa de orientación, y unas impresionantes vistas.



Damos un paseíto corto (¿he dicho ya que hace un viento huracanado?) y nos rendimos, no hay manera de pasear por aquí...Al coche!



Vamos al Hospice de France, que esta vez vemos sin la nube que lo rodeaba el otro día.


Aprovechamos para tomar un té calentito


Hay que aprovechar esta tarde soleada, es casi una obligación. No podrá ser un gran paseo, pero hay caminos.

Éste en concreto va a Benasque, un poco lejos para ir ahora...


Comenzamos a andar por el camino Louise, que discurre primero por un bosque, un camino ancho, va subiendo suavemente. El viento no es tan suave, y a veces parece que llueven hojas


Al llegar al Plateau de Campsaure me despisto un poco, y empiezo a ir en dirección equivocada. Pero afortunadamente el paisaje es tan evidente, el albergue allá abajo, las montañas enfrente, que en seguida tomamos el buen camino, aun sin ir por el camino, cruzando prado a través, junto a vacas que nos miran curiosas.


Bajamos hacia el refugio por un camino más empinado, bien señalizado


Aquí también encontramos una fuente ferruginosa


Y vamos a Luchon, a "nuestro" hotel, donde llegamos sin reservar, y donde de nuevo nos dan una gran habitación por el precio de la más sencilla.


Jueves: El viento ha llegado aquí abajo. Un viento que viene del Sur, seco y templado, empujando nubes. Tumba bancos y arranca alguna rama. El dueño del hotel se muestra preocupado por su tejado (si salta un pizarrín, peligra todo el techamen). Nos despedimos hasta la próxima temporada, pues cierran el próximo fin de semana, hasta mayo. Y nos vamos a desayunar a "nuestro" bar (Chez Manu). Vemos el primer arcoiris del día.


El plan de hoy es ir hacia St Lary y...no hay más plan,  pues no sabemos qué podremos hacer con este tiempo que tenemos encima..viento, chubascos...

Viento en St Aventin. Este pueblo es el "dueño" en realidad de Superbagnères. También tiene una bonita iglesia románica, y leyenda: El tal Aventin fué un lugareño que se hizo eremita y que salvó a un oso malherido. Luego se dejó cortar la cabeza por los moros, y muy cuidadoso él, la recogió y se la llevó. Años después un toro indicó dónde estaba enterrado (sí, todo un poco confuso, pero qué queréis, los santos son así)


El de la izquierda es el toro que encontró la sepultura



Otro arcoiris, subiendo hacia Peyragudes


Otro doble en Loudervielle


Chaparrón en Armenteule


Té en Arreau. Vamos hacia Jezeau, donde hay iglesia con frescos restaurados "a la Borgiana"

Desgraciadamente, la iglesia está cerrada.



Subimos a comer a Ousten, una aldea abandonada. Un corto paseíto. Nos da tiempo justo a llegar, comer, y amenaza otro chaparrón. Al final llueve un poco pero no es para asustarse


Llegamos al coche bastante bien, y nos vamos a Aulon, que hay bar majillo, a tomar el té. Llueve



Ya está claro que no es un día de andar. Visitamos el museo del pastoralismo de Azet, donde reconocemos nuestras contradicciones. Veganos, pero nos gusta el pastoralismo, nos gustan los rebaños de vacas tranquilas y de ovejas apacibles, nos gustan los prados bien mantenidos, ver retozar a los corderos y los terneritos buscando la protección de sus madres. Nos gustan los pastores con sus paraguas sin metal para no atraer los rayos. Nos gustan los perros de los pastores. En fin.

Para aprovechar el fin de la tarde nos vamos a visitar Tramezaïgues, en la entrada del valle de Rioumajou, que tiene iglesia y castillo. El castillo para vigilar la frontera, claro.




Y Vielle Aure, con su iglesia



La chapelle d'Agos, que en su momento estuvo unida a un hospicio de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén


Vamos a "nuestro " hotel de St Lary. También nos dan una habitación superior por el precio de la barata. Da gusto esto de ser "clientes"...